viernes, 18 de abril de 2014

'Obligados a madurar.'

Ha quedado marcado en mí cada golpe, cada cambio, cada error del pasado cual cicatriz producida por el fuego. No obstante, he sabido mantener la calma cuando el dolor ha avivado, ha ardido dentro de mí, me ha presionado el pecho. He sabido retener las lágrimas en los ojos y he aguantado gritos de impotencia. He reído cuando los motivos para ser feliz escaseaban. 
Uno por uno he visto caer todos aquellos pilares en los que me sostenía, se han destruido las cadenas que me mantenían erguido y he tenido que aprender a caminar solo sobre lava ardiente. Pero con cada paso, he afirmado la confianza en mí, he pisado tan fuerte que logré dejar huella en superficies tan rígidas como rocas y cuan más alejado estaba de mi origen, mayor era la sensación de libertad que sentía, con todo lo que conlleva. Ya no era un niño, había despertado de mi infancia, la vida me había hecho fuerte y ahora soy un individuo pensante, que decide como equivocarse o como aceptar. Los días transcurren y siento como me alejo de Peter, como me entristece dejar mi niñez atrás, como me aterra madurar, es algo para lo que aún no estoy preparado. Pero, a pesar de todo, mi ilusión no morirá, seguirá brillando en mis ojos como hasta ahora, por muchos palos que reciba, por muy decepcionado que esté, nunca dejaré morir el niño que fui.

No hay comentarios:

Publicar un comentario